El espacio llamado La Garriga es una zona poco conocida allí donde la llanura del Empordà se empieza a hacer montaña. Su relieve es suave, ondulado y de poca pendiente, la altura máxima supera ligeramente los 200 m. Su superficie aproximada es de 1.245 ha y se encuentra repartido entre los términos municipales de Llers, Avinyonet de Puigventós, Vilanant, Biure y Pont de Molins.
Se trata de un paraje típicamente mediterráneo con un excepcional patrimonio de arquitectura de piedra seca que incluye terrazas, paredes, riegos y barracas, construido y utilizado por los habitantes de la zona de entrada, pero que ha llegado a nuestros días bastante abandonado y que requiere de un esfuerzo para conservarlo y recuperarlo. Aunque su aspecto áspero e inhóspito, es un lugar que esconde mucha vida.