Iglesia de San Esteban Biure

Iglesia de Sant Esteve: Un Rincón de Devoción e Historia

La Iglesia de Sant Esteve se erige como un testigo silencioso del pasado, adentrándose en su propia narrativa que se despliega con cada piedra que la compone.

Esta iglesia única, de una sola nave, abraza una estructura íntima con capillas laterales que la rodean con delicadeza. El ábside poligonal, orientado al norte, le confiere a la iglesia una presencia venerable. A sus pies, el coro se despliega con una barandilla de obra, sosteniéndose con gracia mediante un gran arco rebajado a dovelas, que descansa humildemente contra los muros laterales.

El ábside, tiernamente iluminado por dos pequeñas ventanas de medio punto, construidas con la fortaleza de la piedra, revela una simplicidad que resalta su belleza inherente. En la fachada principal, un portal de acceso rectangular se convierte en la puerta a un mundo de devoción. Rematado con sillares de piedra, el dintel plano grabado con una inscripción y la fecha 1702 sugieren la forja de su legado a lo largo de los años.

Mención especial merece la ventana de la sacristía, enclavada en el muro este. Con la misma tipología encantadora que las aberturas del ábside, la ventana revela la fecha 1703, como una impronta eterna en el tiempo.

Al sumergirnos en el interior de la iglesia, las pilas bautismales hablan de sus orígenes, siendo una de ellas portadora de la fecha grabada de 1627. Cada detalle de esta venerable iglesia cuenta su propia historia, invitándonos a explorar las capas del tiempo y la devoción que impregnan sus muros.