La Casa Estela es una casa modernista bastante sencilla, situada en frente de la iglesia del pueblo y del centro dedicado a la necrópolis de Can Bech y el Museo del Exilio Cultural de 1939. La casa fue proyectada por Josep Azemar Pont a finales del siglo xix y a inicios del xx. Ocupa una esquina de la calle de una forma muy original: tiene una forma redondeada coronada por una pequeña torre, con bastantes aberturas en la parte superior y un tejado cónico recubierto de tejas verdes. Destacan el balconaje del primer piso con hierro forjado y los mosaicos azules y amarillos de las aberturas, que en la parte baja son de arco rebajado y en el primer piso rectangulares. En la fachada, una cornisa de tipo neoclásico recorre los diferentes pisos.