Vilanant, es un municipio del Empordà, rodeado de campos de cultivo y bañado por dos ríos el Manol y el Rissec. Caminos y senderos entre bosques que invitan a paseos, prados verdes tocados por la tramontana y el pueblo de Vilanant de calles estrechas y casas de piedra vista. Un municipio de menos de 500 habitantes, un micropueblo, un lugar para vivir con tranquilidad pero que a la vez invita a visitantes de la comarca y del país, a turistas del verano y fines de semana a hacerse suyo el municipio para disfrutar de todo lo que éste puede ofrecer: paisaje, caminos, deporte, naturaleza, cultura, historia y tranquilidad.
Y un municipio que esconde más allá de las paredes de sus casas la gran joya de la corona: la garriga de Empordà. Un espacio natural con un valor añadido: la piedra seca. Flora y fauna autóctona muy característica y peculiar que junto con las paredes de la piedra seca, las barracas y las cañadas hacen de este lugar una de las maravillas paisajísticas del Empordà. Un paraje elevado con miradores naturales que realmente te adentra en un mundo diferente en el que la historia y la arquitectura tradicional de piedra seca juegan un papel destacado. Un paraje que antiguamente era el modus vivendi de los habitantes de Vilanant con la recolecta de las aceitunas y que hoy en día, lejos de este concepto, se convierte en un lugar tranquilo donde los olivos son contemplados como el más bello paisaje mediterráneo y la Garriga se convierte en un espacio de recuerdo, de paseos de vistas impresionantes a la llanura del Empordà.
Entre senderos y caminos, se puede recorrer el municipio de norte a sur, de este a oeste con las rutas de senderismo o BTT. Al Norte limita con Llers, al Sur con Navata y Ordis, al Oeste con Cistella y al Este con Avinyonet de Puigventós.
Villa medieval, de calles estrechas vigiladas en todo momento por su majestuoso campanario! La Iglesia de Santa María, prerrománica en sus inicios y de planta basilical de tres naves (siglos IX-X) pero que destaca por encima de todo su alto campanario que puede verse de cualquier rincón del municipio y de los municipios vecinos. ¡El campanario es la imagen más identificativa de Vilanant que muy a menudo el protagonista indiscutible de las fotografías de quien visita el pueblo y de quien vive!
Y dejando atrás las calles de Vilanant, sea por carretera en coche, por caminos de arena o siguiendo el tramo del río Manol, al sur… otra joya a descubrir: TARAVAUS . Un pequeño pueblo de poco más de treinta habitantes anexado a Vilanant desde los años noventa. Pueblo con dos plazas y pocas calles que los vecinos cuidan al por menor día a día llenan los rincones de flores. Y en medio la iglesia románica de san Martín (s.XIII) todavía rodeada del cementerio que hace que sea hoy en día una peculiaridad especial.
Vilanant y Taravaus, ¡dos pueblos con sello ampurdanés! A pocos minutos de la capital del Empordà, Figueres, ofrece a quien vive allí ya quien le visita la esencia de un pueblo rural: belleza, silencio, paisaje e historia.