El santuario de Nuestra Señora de las Salinas se encuentra a 1.080 m de altitud. El edificio, formado por la capilla, la hospedería, el patio y el refugio, se levanta sobre un pequeño rellano del terreno en medio del pequeño valle que forma la ribera de las Salinas, después de su nacimiento. Cerca del santuario se encuentra la cueva, donde la leyenda dice que —como tantas otras de la tierra— un toro encontró la imagen de la Virgen. El nombre de las Salinas proviene de la sal que se repartía al ganado. En este pequeño plano estaban las salaras o salinas, que eran losas sobre las que los pastores ponían sal que consumían las vacas y ovejas cuando subían a pastar. Se tienen referencias constructivas de la iglesia en el siglo xii y documentales del s. XVIII. A finales del siglo xvii se rehizo casi todo el santuario.