No es casualidad que la cocina catalana sea un referente en todas partes. Ferran Adrià, los hermanos Roca, Nando Jubany, Carme Ruscalleda … Todos ellos no sólo se han convertido en iconos populares, sino que forman parte de la élite gastronómica mundial y han escrito parte de la historia de nuestra cocina.
El Empordà y la Costa Brava es tierra de sibaritas ya que ofrece una cocina de productos frescos, naturales y autóctonos combinados con una tradición y una cultura que va ligada a los fogones.
En 1935 el abuelo Honorat aportó su granito de arena a esta cocina de mercado. Hoy es Antoni Gotanegra quien sigue ofreciendo, mediante ‘Norat nit’, esa tradición que su abuelo comenzó hace ochenta años. Representando una gastronomía llena de creatividad y modernización sin olvidar las raíces mediterráneas. Y es justamente esto lo que encontramos en la carta, platos sencillos sin demasiada química, ya que se basa en la cocina tradicional, sin olvidar pinceladas de la cocina creativa. Una cocina pensada para los «buenos vividores» y amantes del buen gusto.